La geometría sagrada en las formas abstractas

El arte abstracto moderno es una corriente artística que se ha solidificado en las últimas décadas, marcando su presencia en el mundo del arte contemporáneo. Se caracteriza por la ausencia de representación de cualquier objeto o figura reconocible, lo que permite una mayor libertad expresiva por parte del artista. En este tipo de arte, la geometría sagrada ha sido explorada en profundidad, haciendo uso de formas y símbolos geométricos con una gran carga simbólica y mística.

En la geometría sagrada, las formas abstractas adquieren un significado y una función simbólica que se remonta a tiempos antiguos, donde se creía que el universo estaba construido a partir de ciertos patrones geométricos. Estos patrones eran considerados sagrados y la reproducción de los mismos en el arte y la arquitectura tenía como objetivo reflejar esta relación entre lo intrínseco del ser humano y el cosmos.

Los símbolos y formas geométricas que se utilizan en el arte abstracto moderno se remontan a antiguas culturas como la egipcia, la griega y la romana, en las que se creía que existía una relación estrecha entre los patrones geométricos y las leyes universales. Por ejemplo, el cuadrado, que representa la estabilidad, la solidez y la justicia, era utilizado en la construcción de templos y santuarios, mientras que el círculo, que simboliza la perfección, el movimiento y lo infinito, era utilizado para representar el ritmo de la vida y la eternidad.

En el arte abstracto moderno, estos patrones geométricos han sido reinterpretados y utilizados de manera innovadora, creando nuevas formas y símbolos que expresan la relación del hombre con el cosmos de manera contemporánea. Los artistas abstractos utilizan la geometría sagrada para crear obras cargadas de significado y simbolismo, en las que se exploran aspectos como el equilibrio, la armonía, la energía y la transformación.

Las tres formas geométricas básicas que se utilizan en la geometría sagrada son el círculo, el triángulo y el cuadrado. El círculo, como ya se ha mencionado, simboliza la perfección y lo infinito, mientras que el triángulo representa la trinidad, la creación y la conexión entre el cielo y la tierra. El cuadrado, por su parte, simboliza la estabilidad, la solidez y la justicia.

En la geometría sagrada, estas formas geométricas se fusionan y se combinan para formar patrones más complejos, como el hexágono, el octógono o el decágono. Estos patrones simbolizan la armonía y el equilibrio en la naturaleza, donde se pueden encontrar en la disposición de las hojas en una flor, la forma de una gota de agua o la estructura de un cristal.

La geometría sagrada no es solo un recurso estético en el arte abstracto moderno, sino que también tiene una función terapéutica y espiritual. Gracias a la carga simbólica de sus formas, se puede utilizar en la meditación y en la relajación, como una forma de conectar con el universo y con uno mismo. De esta manera, el arte abstracto moderno que utiliza la geometría sagrada puede ser una herramienta para el desarrollo personal y la transformación espiritual.

En conclusión, la geometría sagrada en las formas abstractas tiene una larga historia que se remonta a tiempos antiguos, donde se creía que los patrones geométricos guardaban una relación estrecha con las leyes universales. En el arte abstracto moderno, estas formas y símbolos han sido reinterpretados y utilizados para crear obras estéticamente innovadoras y significativas, cargadas de simbolismo y misticismo. Desde la perspectiva terapéutica y espiritual, el arte abstracto que utiliza la geometría sagrada puede ser una herramienta para la reflexión y la transformación personal.